¿Qué pasó con las criptomonedas?
En el newsletter de esta semana encontrarás:
- ¿Hacia dónde van las criptomonedas?
- Tesla da buenos resultados
- El 2023 será un año difícil
Las inversiones en criptomonedas están pasando su peor momento desde que aparecieron. Los precios de los criptoactivos cayeron durante todo el 2022 y ahora muy pocos creen en las criptomonedas porque solo generan incertidumbre y desconfianza.
Lo interesante es que está quedando un aprendizaje que es muy importante. Hace un año sabíamos muy poco de criptomonedas y ahora sabemos un poco más. Esto es lo que hemos aprendido hasta ahora:
1. Son una inversión especulativa. De hecho, es difícil considerar una criptomoneda una inversión porque para que algo sea inversión tiene que generar dinero como las acciones que pagan dividendos o una propiedad inmobiliaria que genera ingresos por renta. Las criptomonedas no generan ingresos y su valor depende estrictamente de que haya mucha gente comprando, es decir de la demanda y la especulación.
2. La tecnología no va a desaparecer. La tecnología que existe detrás de las criptomonedas llamada el blockchain no va a desaparecer y se sigue considerando revolucionaria y con la capacidad de transformar muchas industrias especialmente la de servicios financieros. Pero esos cambios aún no han sucedido. Pueden ocurrir en el futuro y es entonces cuando las criptomonedas podrían jugar un papel más importante en las economías del mundo.
3. Es solo el principio. Las criptomonedas siguen apenas en su infancia. Falta mucho para que la adopción se masifique. En otras palabras, la promesa del dinero digital circulando por todo el mundo y convertido en un medio de pago aceptado de forma masiva aún está lejana. Esto indica que las criptomonedas siguen siendo algo para el futuro. ¿Cuándo? No lo sabemos. Pero al menos queda clara que esto apenas empieza.
Gráfico: En el gráfico se observa el ritmo de adopción de varias tecnologías en el último siglo y queda claro que las criptomonedas apenas empiezan. Fuente: informe de Wells Fargo Investment Institute.
4. No se conocen los modelos de negocio exitosos. Ya hemos pasado por estos auges relacionados con cambios tecnológicos. A finales del siglo pasado cuando surgieron las empresas punto com, aun no estaba claro cuáles sería realmente exitosas. Años después entendimos que eran Google y Amazon entra muchas otras. Lo mismo ocurre con el mundo de las criptomonedas. Duke Kominers, profesor de la escuela de negocios de Harvard lo dice claramente en una entrevista publicada por The Harvard Gazette: “Aun no sabemos cuáles serán los modelos de negocio exitosos de largo plazo”.
5. Son impredecibles. Normalmente es imposible predecir el comportamiento futuro de una inversión. Pero con las criptomonedas la incertidumbre es aún mayor porque a diferencia de otras opciones como las acciones, las criptomonedas tienen muy poca historia. Otras inversiones permiten saber lo que puede ocurrir en el futuro al observar lo que ocurrió en el pasado. Y aunque eso no garantiza nada al menos da una idea. En las criptomonedas no existe ese pasado de varias décadas para analizar.
6. Viene más regulación. Con todo lo que ha pasado en el último año como la bancarrota de FTX, que es una de las principales plataformas de negociación de criptomonedas y que ha afectado a cerca de 1 millón de inversionistas, está claro que los gobiernos van a entrar a crear leyes y regulaciones en el mundo cripto. Esto puede ofrecer un poco más de seguridad a los inversionistas en el futuro y mejorar la poca credibilidad que hoy tienen las criptomonedas.
7. ¿Son opción de inversión? No todavía. Las criptomonedas están empezando. Invertir en criptomonedas supone mucho riesgo porque hay demasiada incertidumbre sobre el futuro. En el último año muchos perdieron dinero. No hay claridad sobre hacia dónde van las criptomonedas. Pero hay que seguirlas observando porque representan algo importante, cuyo momento aún no ha llegado.
En pocas palabras…
Tesla sigue ganando dinero. El fabricante de autos eléctricos presentó resultados muy positivos en el último trimestre del año pasado cuando registró ingresos por $21.000 millones, un 35% más el año anterior y las ganancias por acción fueron de $1.19 por acción por encima de lo esperado. Sin embargo, los accionistas aún tienen un largo camino por recorrer para recuperar el valor de la empresa que en el último año tuvo una caída del 53% en el precio de sus acciones.
Lo que viene…
El 2023 será un año difícil. Una encuesta entre 400 líderes e inversionistas del banco de inversión Goldman Sachs ofrece una perspectiva poco alentadora para este año que comienza: El 57% espera que el 2023 será un año de recesión económica. Lo positivo de la encuesta es que la mayoría de los encuestados esperan que la inflación en EE.UU. se va a estabilizar entre el 3% y el 5%.
Hasta la próxima semana
Jaime Mejia